Como decía Sienge (Director del centro para el aprendizaje organizacional del MIT) “Muchos integrantes de equipos tienen un CI de superdotados, pero como equipo tienen un CI de retardo mental” proponiendo esta metáfora, para restar relevancia al llamado CI (Coeficiente Intelectual) por ser sencillamente un dato cuantitativo, puesto que cuando tenemos que trabajar en equipo, es donde se vuelven notablemente críticas nuestras capacidades de adaptación, colaboración, resolución de problemas y comunicación.

“Los muertos son más numerosos que los vivos(...) en una proporción de catorce a uno, pero nosotros nos arriesgamos e ignoramos la experiencia acumulada de una mayoría tan enorme de la humanidad”

Identificar la frustración en tu equipo no solo cambia la productividad sino que también carcome el bienestar y anula el verdadero potencial de cada integrante.

En un tiempo donde la especialización intensiva era el sello de la excelencia profesional, nos encontramos ante un emocionante cambio de paradigma.

La creatividad parece ser una habilidad de algunos pocos privilegiados, sin embargo es una habilidad innata, la cual no tiene el espacio para desarrollarse.

En un momento clave como la planificación estratégica, es vital poder contar con los recursos y herramientas para lograr un objetivo claro y significativo.